Cuando te pasen las bandejas, extiende la mano y sírvete una porción moderada.
Si una fuente te pasa de largo, disfruta de lo que tienes en el plato.
Y si un manjar aún no te ha sido ofrecido, espera pacientemente a que te llegue tu turno.
Mante esta misma actitud de educada moderación y gratitud con los hijos, con la esposa,
la profesión y las finanzas.
No hay ninguna necesidad de ansiar , envidiar o apropiarse de nada.
Obtendras la porción justa cuando llegue el momento.
EPICTETO
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